Fomentar la autoestima en los niños es básico en su desarrollo. Su personalidad depende de este elemento aceptarse, quererse y optimizar su potencial. ¿De qué depende su formación en la infancia?
Claves de la autoestima en los niños
La autoestima es la autovaloración positiva de una persona. Gracias a ella, se siente bien consigo y se muestra orgullosa de sí misma.
Sus cimientos se forjan en la infancia. Estos aspectos son claves en su adecuada consolidación.
- Los adultos de su entorno ofrecen ejemplos positivos.
- Se marcan límites y normas coherentes, con exigencia de cumplirlas.
- Se corrigen los comportamientos, no a las personas.
- Se prima el esfuerzo realizado antes que los resultados obtenidos.
- Se fomenta la autonomía personal.
- Se identifican y resuelven las creencias limitantes que afectan a los pequeños.
- Los errores se muestran y corrigen, pero no se penalizan. Cometerlos es una oportunidad de aprendizaje que es posible aprovechar.
- Se dedica tiempo de calidad, personalizado y en exclusiva, a cada hijo.
- Se profesa un amor sin condiciones. Se quiere a los pequeños por ser ellos, no por cómo son.
- El agradecimiento se expresa y se muestra permanentemente, por cada cosa realizada, por el esfuerzo, por la simple presencia.
Algunas recomendaciones prácticas
El proceso de socialización consiste en aprender a desenvolverse y actuar en el entorno sociocultural propio. Va forjando una personalidad concreta según la realidad que la rodea. Se apoya en todos los sucesos, las experiencias y las influencias que la afectan.
En la infancia, la familia y el colegio son sus principales agentes. Es importante aplicar estas estrategias favorecedoras de la autoestima.
- Empatizar con el pequeño siempre.
- Recordar con cariño la importancia de hacer las cosas bien.
- Pasar página cuando se han resuelto los problemas o conflictos. No hay que rememorarlos una y otra vez.
- Centrarse en lo positivo, no en lo negativo.
- Evitar las comparaciones con otros niños, incluidos los hermanos.
- Exigir en función de las posibilidades y capacidades, con aceptación y realismo.
- Afirmar su autoconfianza repitiendo que se le quiere como es.
Consideraciones para los padres y los profesores
El papel de los progenitores para fomentar la autoestima supera la mera repetición de frases hechas, como «Eres estupendo y tienes que quererte». Su función es asentar los cimientos de un correcto sentido de la autocompetencia, la autoconfianza y el amor propio. Su ejemplo e influencia son extraordinarios. Sobreproteger, evitar que se equivoquen, aislarlos de sus emociones y exigirles perfección son los más graves errores.
Algo similar ocurre con los profesores, sus otros referentes principales en esta etapa vital. Tienen que escuchar, aceptar, estimular y fomentar el sentimiento de dignidad, capacidad y autovalor de sus alumnos.
La autoestima en los niños se consigue, en definitiva, desde el cariño y el refuerzo positivo. Pero, también, con exigencia, límites, comprensión y respeto a la realidad.